Nuestra Misión

La humanidad gasta mucho en tecnología para la violencia. Más de 2 trillones de dólares al año solo en presupuesto militar público. Sin embargo, en 2008, Chenoweth y Stephan descubrieron que la no-violencia tiene una serie de ventajas[*]. Pero aún así, muchas personas consideran la no-violencia como una alternativa inviable en ciertos conflictos sociales. Creemos que una de las razones (y en la que queremos enfocarnos) es la falta de un análogo al complejo militar-industrial, que crea tecnologías y sistemas para hacer la violencia más fácil y efectiva. Por lo tanto, sostenemos que es posible crear una industria completamente nueva para servir a todas las personas en el mundo que desean un cambio social en circunstancias donde la no-violencia es la mejor estrategia. Esos son millones de usuarios o clientes potenciales. Sabemos que les importa, porque a menudo están dispuestos a hacer un gran esfuerzo y a arriesgar su vida, libertad e integridad física para lograr el cambio.

Nuestra misión es ser una prueba de concepto para esta nueva industria. Confiamos en que, al crear un producto de software exitoso para este mercado, otros emprendedores seguirán el ejemplo.

[*] Según su análisis, las campañas no violentas para lograr un cambio político a gran escala tenían casi el doble de posibilidades de alcanzar sus objetivos en comparación con las campañas violentas (50% vs 26%), al tiempo que tenían 10 veces más posibilidades de promover una sociedad más democrática (42% vs 4%) y provocaban 26 veces menos muertes en promedio (105 vs 2800). Para más detalles, consulte su libro Why Civil Resistance Works

Nuestra Visión

Aspiramos a un mundo donde:

  • Las personas entienden la resistencia civil, y no existen obstáculos irrazonables para practicarla.
  • Las personas eligen la no-violencia para luchar contra la opresión, en lugar de la pasividad o la violencia, siempre que tenga la mejor relación beneficio/costo.
  • Existe un fuerte ecosistema de empresas y organizaciones sin fines de lucro que apoyan a los activistas con productos, capacitación y consultoría. A esto lo llamamos la "Industria de la No-Violencia".